Felipe Aleman desde 1965 trabaja como boletero en la
estación de Villa de Mayo de la línea ex Belgrano Norte. El 1° de Abril de 1994
el Estado privatiza el ferrocarril y queda a cargo de la empresa Ferrovías. La privatización provocó en este ramal el
despido del 50 por ciento de los empleados que estaba al servicio del estado.
Aleman es uno de los trabajadores que tuvo que moldearse a los pedidos de la
nueva empresa. Además tiene el deseo de que el tren vuelva ser del Estado Argentino
-¿Cuándo y cómo se
enteró que la empresa privada se hacia cargo del ferrocarril?
- La empresa del estado llamada, en ese momento, FEMESA
nos informó, a comienzos de 1994, que la empresa Ferrovías se iba hacer cargo
del ferrocarril.
-¿Estabas a favor
o en contra de ese cambio? ¿Por qué?
-Al principio, todos los empleados del ferrocarril
estábamos en contra de que una empresa privada se haga cargo de este medio de
transporte. Porque nos habían comunicado que sólo algunos trabajadores iban
seguir con su laburo. Los que iban a ser despedidos tenían que aparecer en una lista. ¡Se vivía un momento muy duro!
-Es decir, que
estaban en contra de la empresa ¿Por miedo a ser echados?
-Si. Yo en esos meses estaba muy pensativo y con mucho
miedo a quedarme sin mi fuente de trabajo .Si
en ese momento no llegaba a retener mi empleo, me iba a ser muy dificultoso,
con mis 49 años, conseguir otro.
-En su caso pudo
seguir con su empleo pero el 50% de los trabajadores lo perdieron ¿Cuáles
fueron las razones que dio la empresa a sus compañeros despedidos?
-Las razones o "excusas" fueron varias. El primero, fue por el tema
de que había que disminuir personal. Segundo, se echaba a aquellas personas que
eran "malos" empleados. La empresa Ferrovías se fijó en la acción y
comportamiento del trabajador. Es decir, que si cumplían a la perfección el
servicio público, se quedaban. Lamentablemente, la mayoría del personal que fue
despedido no pudo conseguir otro trabajo.
-¿Qué pasó con
aquellos que quedaron a órdenes de la nueva empresa?
-Los empleados ingresaban a Ferrovías como nuevos. Los
años que tenían trabajados para el estado no se tenían en cuenta. En mi caso, a
mí el estado me indemnizó por los 29 años que trabajé para su servicio y luego,
con la empresa empecé desde cero.
-¿Cuáles son las
diferencias que encuentra entre el ferrocarril del estado y privado?
-En la empresa privada existe mucho más control,
organización y exigen el triple. En cambio, cuando este medio de transporte le pertenecía
al estado se llegó a un punto de desorganización que era incontrolable. Nadie se preocupaba
por nada. Nos encontrábamos en un ferrocarril que estaba al borde del cierre;
estaba prácticamente en la ruina.
- En relación al tipo
de trabajo que realiza diariamente ¿En qué se modificó?
- Se implementaron nuevas
herramientas a mi trabajo como auxiliar B de la estación de Villa de Mayo. Por
ejemplo, nos colocaron y enseñaron a utilizar el sistema computable y el expendedor
de boletos.
- Hoy que piensa de
la empresa ¿Su opinión cambió en relación al comienzo?
- Cuando me informaron que me quedaba en la empresa me
puse muy contento, por la simple razón de que seguía manteniendo mi fuente de laburo. Luego con el pasar de los años, la exigencia y los deberes
en mi puesto de trabajo se fueron multiplicando pero no para mal sino para
mucho mejor. En realidad, hace 43 años que trabajo en el ferrocarril y me falta
sólo un año para jubilarme; y este trabajo siempre se fue complicando. Algunos
pasajeros siguen criticando el servicio del tren pero hay que reconocer que
esta línea es la que más progresó en relación a las otras.
- Para usted ¿Cual tendría que ser el siguiente paso del ferrocarril?
- En realidad, mi sueño es que el tren vuelva a ser del estado. Obviamente habría que tener cuidado de no volver a provocar los mismos errores que antes. Pero como dije, me falta poco para jubilarme a si que no creo que yo pueda vivir esa experiencia.
(Esta entrevista la realicé en el año 2008 para un trabajo de la facultad de ciencias sociales -materia de taller 3/gráfica-. Aleman a los 66 años se jubiló en septiembre del 2010)