miércoles, 4 de abril de 2012

Homenaje a los héroes de la guerra



Silencio, aplausos, gritos, silencio, llanto, recuerdos, anécdotas, silencio, “¡Viva la patria!, ¡Viva!”, aplausos y homenaje fue lo que se vivió en el acto que se realizó en el cenotafio a los muertos de la guerra, en la plaza San Martín –Retiro-, en conmemoración al día del veterano y caídos en las Islas Malvinas.
El evento empezó a las 11:30 horas con la presencia de algunos ex combatientes, familiares, representantes de los distintos regimientos del ejército nacional y el ministro de Defensa, Arturo Puricelli. En un clima de respeto, lo primero que se realizó fue cantar el Himno Nacional argentino. En ese momento se unieron todas las voces que estaban presentes en el lugar. Algunos cantaban desde una profunda emoción, otros miraban la bandera que estaba izada en el mástil, otros ponían su mano en el corazón u otros solamente entonaban la letra del himno desde el recuerdo. Al finalizar, se escuchó el grito de “¡Viva la patria!” y su inmediata respuesta de “¡Viva!”.
El único orador de la ceremonia fue el ministro de defensa quien ratificó constantemente el reclamo de “la recuperación del territorio y su completa soberanía de las Islas Malvinas”. Su discurso también hizo énfasis en la guerra que se desató hace 30 años, cuando la junta militar decidió invadir las islas, como causa del “profundo deterioro político”, que estaban sufriendo. Por lo tanto, el objetivo de la batalla era “seguir ejerciendo su poder” hacia el pueblo argentino.
La guerra provocó la muerte de 649 soldados más los que murieron durante los siguientes años como efecto de la depresión y del olvido. Puricelli agregó que “la dictadura militar nos llevó a la primera derrota de nuestras fuerzas armadas frente a un país internacional”. Por eso, el ministro pidió por la “desclasificación y su publicación” del informe Rattenbach, ya que allí se podrá corroborar los “graves errores políticos –se creía que Estados Unidos iba a ser un país neutral en la guerra – y militares – insuficiencia de adiestramiento y material bélico –“. Además sus palabras, se hicieron referencia al “merecido homenaje y reconocimiento a los combatientes y sus familiares de parte del ministerio y de las fuerzas armadas”.
El acto siguió con un minuto de silencio en memoria de los caídos. En es instante sólo se podía escuchar el tránsito vehicular que circulaba por avenida Libertador y los pájaros que volaban la zona de la plaza. Al finalizar, se colocaron en el cenotafio un par de coronas entregadas por ex combatientes y autoridades. Luego, se cantó la marcha de Malvinas.
Cuando terminó la ceremonia los familiares, amigos, conocidos y ex combatientes fueron los primeros que se acercaron al monumento a los muertos de la guerra. Ellos comenzaron a caminar y a mirar la lista de los héroes que dejaron su vida. El primero que es mencionado es Juan Raúl Serradori, mientras que el último es Cristóbal López. Y entre estos dos se encontraban los 647 restantes. Es por eso que algunas personas con lágrimas en los ojos trataban de encontrar el o los nombres que conocen y así rendirles un homenaje.
Cuando un nombre era hallado las personas se quedaban parados unos pocos segundos, se persignaban y con un dedo marcaban y limpiaban ese nombre que podía llegar a tener un poco de polvo. De esta manera, el recuerdo se hizo presente en la plaza de San Martín. Un homenaje que se repitió en diferentes puntos de la República Argentina.





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